Leí esta novela de Patrick Modiano unos meses antes de que le concedieran el premio Nobel de literatura. Soy consciente de que mi opinión es cuestionable, pero creo que es un Nobel inmerecido. Otro tema interesante sobre el que hablar sería en base a qué criterios se concede este premio, si intenta influir en el establecimiento de un canon, quién entra dentro de ese canon y quién se queda fuera, y por qué. Un ejemplo, aunque no el único, es por qué hay tan pocas mujeres a las que se les haya concedido el Nobel de literatura.
La efigie nos da algunas pistas: hombre blanco, occidental, heterosexual y pudiente. |
La sensación que me dejó está novela tiene similitudes con el aire. Es ligera, no empalaga, no quema, no moja, no mancha, pero se va como viene. Es vaporosa, poco consistente y se olvida una vez leída con la facilidad con la que una ráfaga de viento se lleva las hojas. Hay un poso, claro que sí, yo no digo que sea una mala novela, y tiene un estilo trabajado, depurado y ambiguo a un tiempo.
Hay un trasfondo que me interesa, y al que siempre me gusta acercarme, descrito y reflejado de forma diferente dependiendo del escritor: la bohemia, en este caso la paradigmática, que es la parisina. el café del título donde se reúne esa "juventud perdida! conformada por escritores, pintores, poetas malditos, futuros situacionistas y algún otro que simplemente pasaba por allí.
Así que empiezo la lectura con esperanza y algo de ansiedad anticipatoria, pero eso que espero nunca termina de materializarse. Modiano presenta una escena, el planteamiento de una historia, y el lector (o yo por lo menos) espera el nudo, el desarrollo de esa historia, pero llego a la última página de la novela, la 131, y sigo esperando. El autor da vueltas al tema, presenta a los personajes y los deja en una indefinición incómoda paseándolos por un París desértico y cubierto por una neblina pegajosa, sin destino, ni real ni metafórico, más allá del café bohemio al que siempre vuelven como si se movieran en círculos.
Sé que esta languidez es premeditada y que forma parte de su estilo literario, pero pasado el primer tercio de la novela para mí pierde interés y como he dicho tengo la sensación de que me deja a medias.
En realidad hay un misterio: una chica que se llama Loukie y que se puede decir que es la protagonista. La información sobre ella la va mostrando a pequeñas dosis. Cuatro hombres nos cuentan su relación con ella, sus encuentros y desencuentros, y todo es inquietante, poético y con un toque siniestro.
Por lo que leo en algunas críticas esta novela representa bastante bien el universo literario de Patrick Modiano y es como si fuera una parte de una gran obra o poema en prosa que lleva escribiendo desde hace 40 años.
Si cae en mis manos otra de sus novelas podré matizar mi opinión o reafirmarla. Os tendré informados.
Coincido con tu opinión. A mí tampoco me gustó demasiado, es más, pese a que no es muy larga, se me hizo pesada. Yo no me atrevo a decir que el Nóbel sea inmerecido porque sólo he leído dos novelas suyas. La otra, que se titula, un pedigrí, también me aburrió.
ResponderEliminarHola, Paloma:
EliminarQué bien que me hagas saber tu opinión, y que coincida con la mía, (es broma). Quizá en algún momento me vuelva a animar con Modiano, pero ahora su estilo me da bastante pereza.