600 páginas de memorias, esto es lo que ocupa la autobiografía de Agatha Christie, que en el libro electrónico y con la letra algo aumentada han llegado a las 1.800.
¿Por qué le doy tanta importancia al volumen y grosor del libro en cuestión? ¡Porque para mi gusto le sobran más de la mitad! Ha habido momentos de lectura en los que sentía que solo seguía para hacer músculo visual en el reto autoimpuesto de llegar hasta el final; bueno, pues no lo he conseguido.
Me he quedado en la apacible madurez burguesa de la autora, plagada de viajes y escritura de novelas como si fueran churros y, por lo que da a entender, sin que le costase ningún esfuerzo.
¿Por qué le doy tanta importancia al volumen y grosor del libro en cuestión? ¡Porque para mi gusto le sobran más de la mitad! Ha habido momentos de lectura en los que sentía que solo seguía para hacer músculo visual en el reto autoimpuesto de llegar hasta el final; bueno, pues no lo he conseguido.
Me he quedado en la apacible madurez burguesa de la autora, plagada de viajes y escritura de novelas como si fueran churros y, por lo que da a entender, sin que le costase ningún esfuerzo.
Me decidí a leer este libro porque una de mis primeras lecturas autónomas (con unos 8 años) fue Diez negritos, y durante esa etapa lectora inicial devoré unas cuantas novelas de misterio de Agatha Christie e incluso me inspiró mi primer intento de novela, que escribí fusilando su estilo y que solo conseguí esbozar sin llegar a desarrollar los crímenes. Se llamaba Crimen en el balneario.
Creía que en esta autobiografía la dama del misterio iba a desarrollar mucho más en profundidad los entresijos de su proceso creativo y la gestación de sus novelas, pero esto es casi lo anecdótico. Agatha Christie ejerce de Funes el memorioso y desgrana con una meticulosidad asombrosa, y a prueba del lector más predispuesto, toda su infancia, adolescencia, juventud y madurez ahondando en toda suerte de detalles que llegado un cierto punto uno ya no puede soportar: sus muñecas preferidas (el porqué y el cómo), la relación con todas y cada una de sus niñeras, sus comidas preferidas y las que odiaba, las casas que habitó y la descripción de vajillas y muebles, y un largo etcetera de asuntos intrascendentes que hacen que lleguemos sin ganas a los aspectos interesantes de su vida, que también los cuenta.
Al principio tiene su gracia y me parece entrañable, pero cuando veo que el relato vital parece avanzar a tiempo real, tal y como sucedió, me empiezo a desesperar.
Hay aspectos salvables: la increíble memoria de Agatha Christie, sus viajes en solitario por todo Oriente Medio y a bordo del Orient Express, su forma desprejuiciada de enfrentarse a la escritura, su alegría vital y empoderamiento de género.
Me quedo con la sensación de haber conocido (así de meticuloso es el relato) a una mujer que amaba la vida, que supo exprimirla y que además de otras muchas cosas se convirtió en la autora más famosa de novelas de misterio.
Al principio tiene su gracia y me parece entrañable, pero cuando veo que el relato vital parece avanzar a tiempo real, tal y como sucedió, me empiezo a desesperar.
Hay aspectos salvables: la increíble memoria de Agatha Christie, sus viajes en solitario por todo Oriente Medio y a bordo del Orient Express, su forma desprejuiciada de enfrentarse a la escritura, su alegría vital y empoderamiento de género.
Me quedo con la sensación de haber conocido (así de meticuloso es el relato) a una mujer que amaba la vida, que supo exprimirla y que además de otras muchas cosas se convirtió en la autora más famosa de novelas de misterio.
Eso sí, estas memorias son MUY PESADAS. Así que no digáis que no os lo he advertido.
Fíjate que nunca he leído nada de Agatha Christie, tal vez porque estuve ocupada leyendo las de Simenon. Mi padre había comprado sus obras completas y, todavía hoy cuando voy a casa en verano, leo alguna. Por eso hace poco caí en el mismo error que tú: leer sus memorias, "Memorias íntimas", 2 tomos nada menos... También me sobró más de la mitad, y eso que adoro al escritor, pero...
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