Ya he contado por aquí algo sobre la arraigada cultura del reciclaje que tienen los alemanes. Mi impresión es que la vida útil de las cosas es bastante más larga que en otros países occidentales. Hay muchas tiendas de electrodomésticos, muebles y objetos de segunda mano, así como de ropa y juguetes, y la gente acude a ellas normalmente sin esconderse del vecino (como creo que hasta hace poco pasaba en España).
Supongo que esta mentalidad está en parte relacionada con sus tradición calvinista en la que el ahorro y el esfuerzo son cualidades muy valiosas, pero también hay otra parte de conciencia ecológica, o eso me gustaría creer. Otra costumbre estupenda que yo tampoco había visto nunca es dejar en la calle, dentro de una caja, cosas que ya no quieres con el aviso de zu verschenken o zu mitnehmen, que significa para regalar/para llevar. A veces no son objetos sino electrodomésticos en los que el propietario ha puesto el cartel correspondiente diciendo si funcionan o por qué están estropeados. Es una idea muy buena, pero es cierto que a veces hay calles que parecen basureros, llenas de cosas tiradas, algunas en muy mal estado. Supongo que tiene que ver el que no haya día de recogida de enseres sino que se debe llamar a un servicio de limpieza que te cobra entre 50 y 100 euros depende del objeto a recoger. Muy mal pensado, aparte de que la policía de la buena convivencia (no me acuerdo cómo se llama en alemán) te pondrá un multón si te pillan dejando cosas voluminosas en la calle. Tengo un amigo que quería tirar un colchón viejísimo y decidió trocear la goma espuma minuciosamente y poner cada día un poquito en su bolsa de basura, casi como si tuviera que deshacerse de un cadáver sin dejar pistas.
Ya me estoy yendo por los cerros de Úbeda. Lo que quería enseñaros son algunos de los tesoros que me he ido encontrado en la calle o en los bazares de las bibliotecas, de los que ya hablé en esta entrada. Hoy he recopilado tres libros que a pesar de estar editados en los años 70 son igual o más útiles ahora mismo. Los voy a comentar siguiendo el orden de derecha a izquierda de la foto.
El primero es Im Grünen y es básicamente una guía de campo: observación de animales y plantas, recolección, orientación, primeros auxilios. Todo con dibujos y esquemas muy detallados. Una joya del año 1976 en perfecto estado.
El segundo es Die sogenante Eergiekrise oder die Lähmung der Gesellschaft, de Ivan Illich, cuya traducción sería "La conocida como crisis energética o la parálisis de la sociedad". Este también me lo encontré en la calle y parece más bien que él me buscó a mí ya que su tesis conecta con una de mis preocupaciones de los últimos años. Solo lo he ojeado pero tiene mucho que rascar. El nombre del autor me sonaba vagamente, ahora sé que era un pensador y crítico austriaco de filiación libertaria que escribió y reflexiono sobre el sistema educativo y la creciente demanda de energía en nuestra sociedad. Una joya editada por primera vez en 1974.
Tetas al viento |
Y el último libro es Das Rezeptbuch für Naturkosmetik, o lo que es lo mismo un tratado de fabricación casera de productos de cosmética e higiene personal. Muy completo, dividido por apartados y lleno de recetas libres de químicos y ecológicas para dejar de comprar tantos potingues. Eso sí, hace falta tener tiempo para poder ponerlas en práctica. Este también parece un regalo de la vida. Ya me encargaré de ir difundiendo lo que aprenda. La portada de este libro, editado en 1976, es muy divertida, con su reivindicación del naturismo y el nudismo (el llamado en alemán FKK, Frei Korper Kultur), tan entrañable, higienista y diferente al actual culto al cuerpo.
En otra entrada hablaré de más tesoros encontrados. ¿Qué os han parecido estos?
Que hallazgos tan increíbles. Preciosas las portadas setenteras y los textos parecen de plena actualidad.
ResponderEliminarUna de las cosas que mas me gustan de Berlin son los numerosos mercadillos y pequeñas tiendas en las que se venden los objetos mas variopintos.
Es verdad que muchas veces las calles parecen basureros, pero en ocasiones se encuentran auténticas piezas de diseño como la mesa que ahora está en el estudio de S. y P.